A muchas mujeres en países como Ghana, en África Occidental, se les teme por considerarlas brujas y se las encierra en “campos de concentración” para evitar sus supuestas malas artes. Desde hace diez años, el Gobierno del país pelea por cerrar estos campos, aunque actualmente más de trescientas mujeres prosiguen aisladas. Nos lo cuentan esta noche Iker Jiménez y Carmen Porter. Una semana mucho más, Carmen Porter intentó sorprender a Iker Jiménez con historias poco comúnes y lo consiguió con creces. Hasta este último programa, Carmen ha traído la horrible y triste historia de cientos y cientos de mujeres que hoy, en pleno siglo XXI, se consideran como brujas y retenidas contra su voluntad en los llamados “campos de brujas”. “Ive Forgotten Now Who I used to be” es fruto de unas seis horas de grabaciones en tres campamentos diferentes.
Hasta el día 12, este certamen -dirigido por Toni Navarro y organizado por La Mirada- presentará trabajos de ficción, animación y documental de más de veinta países. Entre las cintas destacanThe prison where I live, del británico Rex Bloomstein;Newen Mapuche, de Elena Varela, ySucumbíos, tierra sin mal, de Arturo Hortas. Consiga mucho más información sobre la colaboración con nosotros. El campamento tiene alrededor de 25 cabañas redondas y alberga a unas 100 mujeres.
La región norte reúne una mezcla en especial colorida de cristianos, musulmanes y animistas. El espectáculo de ver iglesias, mezquitas y altares paganos de sacrificio, a veces todos en exactamente la misma aldea, resulta mareante. Por último aparece un hombre prominente que se muestra como gerente del jefe y nos explica que nos escoltará por el pueblo. Nos afirma que las brujas carecen de poderes mientras que están en el campamento pues el jefe las despojó de ellos y, mientras vivan allí, no podrán realizar daño a absolutamente nadie con su magia. Cuando las mujeres en el campamento de Gambaga mueren, sus familias frecuentemente se niegan a recibir sus cuerpos así que son enterradas en el cementerio local por la iglesia presbiteriana.
Las Mujeres De Los Campos De Brujas De Ghana
Otras ancianas del campamento han sido acusadas de utilizar magia negra para ocasionar desgracias en su comunidad. Muchas mujeres también tienen patologías mentales , un inconveniente poco popular en Ghana. En Gambaga, las mujeres reciben protección del cacique local y, a cambio, le pagan y trabajan en sus campos.
El saqueo de las tierras heredadas por las mujeres tuvo forma de caza de brujas en la Europa luterana, y la católica. Aquí se puede culpar al patriarcado o al capitalismo, que es el espíritu que nacía de aquellas cenizas de carne, cuerdas y leña. El campamento de brujas de Gambaga es una comunidad segregada en el municipio de Gambaga , en la zona norte de Ghana , establecida en el siglo XVIII para albergar a supuestos magos y brujas que son desterrados de sus comunidades. Una vez que llegan, la mayoría de las brujas pasan el resto de sus vidas en los campamentos. En Gambaga, ciertas que han intentado regresar a sus antiguos hogares, volvieron mutiladas, sin una oreja u otra parte del cuerpo. Son técnicamente libres de irse, pero en realidad están atrapadas por práctica y superstición.
Brujas De El Día De Hoy
No se tiene servicios sanitarios ni de fontanería interior. En Ghana las brujas son reales o, por lo menos, hay suficientes personas que creen que lo son. Duda momentáneamente, canjeando miradas con nuestro guía, el gerente del jefe. Deseo comprender mucho más cosas acerca del ritual a través de el que el jefe establece si una mujer es una bruja o no. Por mis conversaciones con otra gente de Gambaga ahora sé que implica lanzar una gallina al aire, pero solamente.
La ex primera dama de Ghana, Lordina Mahama , donó productos diversos a las presuntas brujas del campamento para su mantenimiento a lo largo de su da un giro por el campo norte del país. Ha habido varios intentos de cerrar los campamentos del norte de Ghana, el último de ellos en el mes de diciembre de 2014, en el momento en que el gobierno cerró el campamento Bonyasi, donde estaban alojadas mucho más de 50 mujeres. Y además tiene prisa, no deja de achucharme, limitando mi interacción con las mujeres a unos pocos minutos, incluso segundos. Veteranos de guerra en Vietnam y por albinos en Tanzania. Es la música de comunidades perseguidas o traumatizadas, que conforman y cantan en situaciones increíblemente bien difíciles. Brennan mantiene que la música se puede conseguir en todas partes y cuanto menos familiar, mejor.
Una encuesta del 2012 de la organización no del gobierno Action Aid reportó que más de 70% de las mujeres en un campamento eran viudas. Este campamento de brujas no está tan apartado de Gambaga como yo aguardaba. Está justo en la mitad de la población, entre las casas del resto pobladores del pueblo. Las carreteras del norte de Ghana son sucias y abrasadoras. Nos encontramos en medio de la estación seca y con cada respiración tengo la sensación de estar inhalando papel de lima. Durante décadas, las mujeres ghanesas fueron encerradas en campamentos apartados bajo la sospecha de brujería.
Otras canciones son “Confié en mi familia y me traicionaron” y “Amor, por favor”. Quizás se podría llamar a esta música blues, en espíritu, si no en la forma. Si bien las mujeres son libres de irse, no tienen ningún rincón seguro adonde ir, con lo que están prácticamente completamente aisladas de las influencias ajenas. Su música, compuesta espontáneamente está, por consiguiente, distante de cualquier lugar y no obedece a ninguna fórmula.
El gobierno de Ghana ha pedido ocasionalmente que se cierren estos campamentos pero nada pasó fuera de esa retórica. Los refugios en varios de los campamentos son elementales y no tienen agua ni electricidad. Las mujeres que son suficientemente fuertes para la granja, muchas veces trabajan en la tierra de su sacerdote, dándole una porción de los cultivos. Si no están en condiciones de trabajar —muchas sufren de lo que el mundo Occidental llamaría enfermedades mentales— tienen que sobrevivir limosneando.
Cinefórum Cclxiii: «quadrophenia»
El campamento de brujas de Gambaga es uno de los mucho más famosos del norte de Ghana. La pelea de los indígenas mapuche para recobrar sus tierras. El drama de un cómico birmano culpado por su activismo. La genuina situación de Suráfrica durante el Mundial de fútbol. Cine efectuado de manera frecuente con peligro de la propia vida pero excluido de los circuitos comerciales. Para difundir ese cine y sensibilizar al público, nace el Festival de Cine y Derechos Humanos, que se celebra en varios espacios de Barcelona.
Imagínense a un hombre que se ha fatigado de su mujer por el fundamento que sea . Imagínense que se desea regresar a desposar o amancebar y no sabe de qué forma hacerlo sin complicarse la vida. Imagínense en este momento a otro que ha contraído una deuda con su cuñada y que no sabe de qué forma pagarla. Pues bien, si bien resulte increíble, en ciertos lugares aún existe el recurso de acusar a estas mujeres de brujas y desterrarlas para siempre. Leo con espanto que en el norte de Ghana hay campamentos para brujas.