Modernidad Para Las Masas: Dos Maneras De Producir Ciudad En México 1952-1976 Seminario En Todo El Mundo De Investigación En Urbanismo

La propiedad rural, como en toda la América pre-colombiana, era comunal; el producto se distribuía proporcionalmente. La civilización del sur, lo mismo entre los mayas, en donde mejor ha podido ser estudiada, pese al desesperante mutismo de su escritura, que espera en vano un Champollion, que entre los kichés; lo mismo en Chichén y Uxmal que en Palenke y Kopán, tiene todos y cada uno de los letras y números de una cultura completa, como lo fueron la egipcia y la caldea; y como ellas, y más quizá, presenta el fenómeno singular de ser espontánea, autóctona, nacida de sí misma; lo que indica inmensa fuerza psíquica en aquel grupo humano. Una religión, un culto, y en dependencia de él, como acostumbra, una ciencia, un arte; una moral y una organización sociales, un gobierno, todo lo mencionado encontramos en la civilización del Sur, y no, a propósito, en estado rudimentario, sino más bien en asombroso avance. La aparición de esta arquitectura sucede tras la Revolución Mexicana, durante la primera mitad del siglo XX, en el momento en que el planeta se encontraba conmocionado por las guerras mundiales. En Europa se desarrolló el Art Noveau y Art Decó, estos 2 estilos modernos se desplazan hasta América para entremezclarse con la cultura de los pueblos de latinoamerica. Lo que es esencial apuntar es que la expansión de las ciudades no se explica únicamente por la demanda de vivienda de una población en incremento.

mexico moderno resumen

Pontífice y emperador, Motecuhzoma había hecho lo mismo que sus abuelos; pero mucho más penetrado de su carácter divino, su tiranía pesaba mucho más. El culto a los dioses tomó gigantes des; dos o tres coincidencias entre las hecatombes humanas de los templos y el fin de alguna calamidad, incrementaron por tal modo el prestigio de las deidades antropófagas, que los sacrificios fueron matanzas de pueblos enteros de cautivos, que tiñeron de sangre a la localidad y a sus pobladores9; de todo ello se escapaba un vaho fétido de sangre. Era preciso que este desvarío religioso terminara; bendita la cruz o la espada que marcasen el fin de los ritos sanguinolentos. Los sucesores de Ilhuicamina siguieron sus huellas, extremando a compás del incremento del poder imperial las empresas del cruel y heroico guerrero. Medró el territorio tributario; no que fuesen los meshicas de victoria en victoria; en algún momento los contrincantes perpetuos del imperio, como los tarascos, por poner un ejemplo, les infligieron dolorosos escarmientos, mas ellos, o persistían con indómita obstinación o tomaban otros rumbos, pero la guerra seguía y proseguía; era el estado habitual del imperio; aun no había salido de ese período cuando fue deshecho.

Estudios De Historia Actualizada Y Contemporánea De México

La derecha, agrupada en torno al Partido de Acción Nacional, había sostenido hasta los años setenta una doctrina nacionalista y católica, inspirada en el “personalismo” de Mounier y Theilard du Chardin. Desde 1975 adopta una inclinación “empresarial” y pragmática, acusadamente antiintelectual, volcada en su estrategia hacia la mercadotecnia y de una ambigüedad absoluta en lo que respecta al régimen político. El pensamiento tradicional de la derecha era abierta y de manera directa reaccionario, opuesto a la definición básica del Estado revolucionario y de la Constitución de 1917. Tras la crisis interna de 1975 y más que nada después de la elección de 1988 la definición doctrinal se hace mucho más flexible –el propósito es ganar selecciones- sin que haya intelectuales de peso ni una plataforma novedosa, medianamente razonada. Condenaron las acciones personalistas que no debían ver con idóneas y proyectos políticos y atentaban contra el confort de la nación.

mexico moderno resumen

Y una Avenida de los Rebeldes, conmemorativa del primer centenario de la consumación de la independencia, trazada y abierta con el apoyo del presupuesto federal, se convirtió en el símbolo de la región actualizada de los gobiernos posrevolucionarios. Estas inacabables invasiones salvajes determinan todo el dinamismo de la historia precortesiana. Hemos visto a los mound-builders, huyendo de los nómadas, poblar por emigraciones consecutivas las costas del Golfo y del Caribe quizás; vimos a los indígenas del Anáhuac y del México ítsmico y peninsular, o mezclarse a los intrusos y perder la personalidad o retraerse a las agrias serranías del Oriente y el Occidente; hemos visto a las tribus venir unas en pues de otras a la Altiplanicie, recorriendo las costas del Pacífico, abriéndose paso por entre los mecas (los indígenas del Occidente) y cruzando en distintos sentidos la Mesa central.

Arquitectura Actualizada Mexicana

Ciertos ven en los tzapotecas y los mishtecas, sus congéneres, la misma familia de los maya-kichés; otros los suponen nahoas de la primera inmigración, proto-nahoas, como había proto-helenos o pelasgos; la verdad es que las regiones tzapotecas fueron teatro de la fusión completa de los elementos ístmicos de las poblaciones cultas de la América previo a la conquista. La localidad sacerdotal de Mitla, la ciudad de la muerte, contiene en los vestigios de sus maravillas arquitecturales la comprobación de esta verdad. Quizás esto sucedió en la guerra atroz que las tribus triunfantes en Tol-lan hicieron a Chololan y a su huésped insigne. No era bien difícil desmembrar el imperio tolteca; todo parece indicar que Tol-lan ejercitaba únicamente un poder hegemónico, en una especie de confederación de señoríos feudales y de santuarios como Teotihuacán y Chololan; las luchas religiosas, cuya consecuencia fue la intervención de las tribus nómadas, que de Tlapalan en Tlapalan habían perseguido a los toltecas antes de su llegada al Anáhuac, seguían de esta manera su obra secular.

mexico moderno resumen

Disfruta de acceso a millones de ebooks, audiolibros, revistas y considerablemente más de Scribd. Los recortes son una forma práctica de recopilar pantallas importantes para volver a ellas más tarde. Cortés regresó triunfalmente a Tenochtitlán; la ciudad, embravecida y delirante, sitiaba el cuartel español; el insensato Alvarado, a quien Cortés había dejado el mando, había matado a buena parte de la nobleza en una fiesta religiosa, por robarla, y los calpulis se habían alzado como un hombre solo. En vano Cortés asistió a la interposición del emperador cautivo; este fue irreconocible y herido por entre los príncipes reales, el joven Cuauhtémoc. No quedaba mucho más que huir, se cargaron de oro los soldados, Motecuhzoma fue asesinado, y rodeados de los tlashcaltecas partieron en las tinieblas los conquistadores. Atacáronlos los meshicas en la calzada de Tlacopan y mataron, ahogaron y sacrificaron a una parte de ellos.

Erika Angélica Alcantar, Universidad Nacional Autónoma De México

Sacudido el yugo tecpaneca, conmemorada la coalición entre los campeones, que se repartieron los despojos del vencido señorío, el imperio de los meshicas comienza su enorme período final. En él sobresalen gigantescas las figuras del primer Motecuhzoma y de Netzahualcoyotl, aquélla un producto superior de una raza guerrera y activa como ninguna; el segundo, el postrero y mejor fruto de la cultura tolteca. Lo que no sin cierta razón se ha llamado «el imperio azteca», no tuvo tiempo para consolidar su dominación, ni esta habría sido tan extensa como el dilatado espacio por donde extendió sus victorias pudiese hacer opinar (desde las cuencas del Pánuco y el Lerma hasta Guatemala), pues en el centro mismo del señorío mexicano los aztecas tuvieron siempre y en todo momento irreconciliables enemigos y porque no tuvieron otro medio de conquista que el terror y la sangre. En el infinito conjunto de divinidades cuya simbólica historia se enlaza por una espectacular corriente de leyendas y mitos, que no fué superada por ningún pueblo de la tierra, sobresalen, bajo Tonatiuh, el sol, y al par de la divinidad primordial de cada tribu, la luna y Venus, Tetzcatlipoca y Quetzal-coatl; y tal como las pirámides de Teotihuacán y Chololan son las columnas escenciales del culto, los tres astros son el vértice de la teogonía de los nahoas.

Las ciudades fueron el escenario idóneo para probar excelencia y una nueva civilidad republicana; fueron, a fin de cuentas, campos de guerra entre el antiguo y el nuevo régimen. Al iniciarse la década de los ochenta el promedio nacional de la votación del PCM era de 5%, con una concentración absoluta en la Localidad de México, donde obtenía mucho más del 60% de sus votos. “Charlar del PCM pide apuntar, en primerísimo rincón, a un partido rigurosamente regional y urbano, localizado principalmente en ciudades donde hay universidades controladas en mayor o menor medida por sindicatos dominados a su vez en mayor o menor medida por el PCM.” Rafael Segovia, “Las elecciones federales de 1979”, en Segovia, Lapidaria política, op.cit., p.152. Entre 1988 y 2000 el voto del PRD llega a situarse cerca del 20%, aunque también concentrado en la Ciudad de México. Los mexicanos somos los hijos de los dos pueblos y de ámbas etnias; nacimos de la conquista; nuestras raíces están en la tierra que habitaron los pueblos aborígenes y en el suelo español.

El Movimiento Moderno En México

Penetraron en la península, dejando al mar a sus espaldas, lo que indica bastante que de él venían. Dominaron y esclavizaron, indudablemente, a la población terrígena y le obligaron su religión y su lengua; ella construyó los montículos o cúesesparcidos en la península, desde las fronteras de Honduras hasta los litorales del Caribe y del Golfo. Esta familia de los chanes fue señalando su paso, en la parte de aquel territorio que civilizó y nombróChacnovilán, con el establecimiento de poblaciones, que medraban al amparo de soberbias construcciones monticulares, destinadas a viviendas de los dioses, de los curas y sacerdotisas, de los jefes primordiales; a sepulcros, a fortalezas, a observatorios, cuyas ruinas, que deja morir de manera lenta nuestra incuria, pasman y exasperan por su excelencia y su secreto. Bakhalal, primero, y después Chichén-Itzá, fueron las capitales de esta monarquía teocrática, estructurada por un personaje o una familia hierática, que lleva en la tradición el nombre de Itzamná. ¿Sería injustificada la suposición que hiciese remontar a estas temporadas sin cronología segura, pero que los mucho más circunspectos hacen subir al segundo o tercer siglo de nuestra era, la fundación, por una rama de los chanes, de Na-cham, que luego se llamó Palenke, en la cuenca del Usumacinta?

Más bien nos encaramos a un grupo de fenómenos definitorios del “liberalismo triunfante” que, en coyuntura, hicieron probables algunos de los fenómenos característicos de las ciudades modernas, como son la especulación sobre la propiedad del suelo y la construcción urbana transformada en un enorme negocio. La liberación de predios y inmuebles que entraron en circulación gracias a la desamortización, la modernización tecnológica de medios de transporte, servicios y también infraestructuras, y la consolidación de sistemas bancarios que permitieron el crédito para la obra urbana, se combinaron con las ideas y el sentido político cerca de la remodelación de las ciudades. Lo más importante de aquellas reformas estaba en la novedosa forma de concebir el espacio urbano. A unas ciudades que habían nacido modernas como parte de un proyecto de Estado en el siglo XVI; racionales, cuadriculadas, ordenadas, la Ilustración les demandaba que volvieran a serlo a fines del siglo XVIII. Que los desvíos ocasionados por un Viejo Régimen de corporaciones distintas en control de los sitios y las costumbres, cedieran frente el progreso de un nuevo poder estatal omnipresente, autoritario.