La Casa de Balcones te transporta al Tenerife del XVII mediante su excepcional fachada e interior, un lujo y un recorrido por la artesanía autóctona canaria. Pese a los años transcurridos jamás fué pintada, ni rediseñada, guardando además por deseo de su dueño, la decoración que poseía antaño. Es un edificio de tres plantas, que muestra en la testera una secuencia de balcones llenos de datos.
Luce por su fachada articulada en tres alturas, donde se destaca un magnífico balcón corredor de madera y cinco balcones descubiertos de forja.
Opiniones De Los Visitantes A La Casa De Los Balcones
Además de manteles, alfarería, manteles, tenemos la posibilidad de conseguir libros y música de la civilización y folklore canario, tal como los habituales souvenirs que siempre y en todo momento gustan al visitante. Si vas a mantenerse una temporada mucho más extendida en la región quizás te interesen varios de los cursos de costumbres y artesanía canaria que da La Casa. En este emblemático lugar se puede comprar toda clase de artículos, desde libros, instrumentos, calados, bordados, hasta trajes típicos, balcones de madera, etcétera. Asimismo se puede conocer el museo que se encuentra en la planta superior, desde el que se puede entrar por una original escalera de caracol, y contemplar como eran las viviendas de la época.
Al museo se accede por la escalera de caracol ubicada en la entrada del patio canario. El espacio museístico está formado por varias habitaciones que reflejan, con perfección, la estética de temporadas pasadas. El espacio además tiene un museo donde se expone la vida de la isla hace doscientos años o de qué forma se confeccionan productos artesanales a mano. No tiene muchas habitaciones, pero si grandes salones llenos de luz merced a sus enormes ventanas y a su enorme balcón. Además de esto destaca la existencia de la madera de tea y de pino canario en las vigas, techos, travesías…Asimismo decir que tiene dentro un patio interior con abundante vegetación tropical.
Viviendas De Los Balcones
Data del siglo XVII, empezando su construcción en el año 1632 y finalizando en 1670. Sus primeros dueños fueron, Dº Juana Nieto y Dº Juan de Castro Bazo y Merino y ha ido pasando de generación en generación hasta llegar a su actual dueño, Don Carlos Schonfeldt Machado. Solo se charla de los rincones de la vivienda y la amabilidad del personal que hace la visita.
Uno de esos sitios que no puedes dejar de visitar es la vivienda de los Balcones en La Orotava. Los residentes canarios, alumnos y personas con movilidad reducida tienen descuento en la entrada. La Casa de los Balcones en Tenerife es una vivienda señorial con mucho más de tres siglos de antigüedad que acoge distintas muestras de artesanía tradicional tinerfeña.
La función del edificio está destinada a la divulgación de la cultura y tradiciones canarias. En los distintos cuartos de la vivienda se dan a conocer a la venta artículos artesanales como alfarería, cestería, bordados, etc. También se puede ver en vivo a artesanos trabajando los productos.
El primero es un bordado que consiste en ir deshilado una tela que está sujeta en un bastidor de madera mientras. La roseta, por el contrario, es la capacitación de dibujos con hilos que se marchan entrecruzando con alfileres puestos en un harapo. Mediante el servicio de audioguías los visitantes podrán escuchar la explicación de los rincones más representativos del grupo histórico de la Casa de los Balcones. Me semeja muy buena idea que las habitaciones estén “de museo”. A los niños les pareció muy original, jamás habían visto un inodoro de este modo no orinales.
¿Sabías que la casa de los balcones asimismo es famosa como la vivienda Méndez Fonseca? Es una parte de las curiosidades que lograras saber a lo largo de la visita. Sus calles y viviendas configuran un paisaje cultural que aloja la memoria de la isla. Suscríbete a nuestra newsletter y recibe GRATIS los más destacados planes e ideas para hacer en familia cerca de ti. En la Casa de los Balcones de Tenerife el visitante va a poder entender 2 de las técnicas artesanas mucho más esenciales de la isla, el calado y la roseta.